Siete registros audiovisuales, hasta ahora desconocidos, muestran el actuar del exteniente coronel de Carabineros Claudio Crespo durante el estallido social de 2019. Las imágenes, captadas por cámaras corporales entre el 8 de noviembre y el 6 de diciembre en las cercanías de Plaza Italia, exponen amenazas, agresiones físicas y uso desmedido de la fuerza por parte del entonces jefe de Fuerzas Especiales.
El material, revelado por Ciper, incluye frases como “Te vamos a sacar los ojos, culiao”, dirigidas a personas detenidas, además de instrucciones para golpear a transeúntes y omitir reportes por radio. En uno de los registros, Crespo arranca un mechón de cabello a un detenido y lo comparte en un grupo de WhatsApp llamado “LA TIJERA”.
Estas grabaciones forman parte de la prueba en el juicio por apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves contra Gustavo Gatica, quien perdió la visión tras recibir impactos de perdigones el 8 de noviembre. Hasta ahora, solo se conocían descripciones parciales del material.
Los registros también documentan expresiones como “Que se queme el culiao. Qué te preocupai de hueás”, en respuesta a un reporte sobre una persona en riesgo de quemaduras. En otra escena, Crespo ordena apuntar escopetas antidisturbios directamente al cuerpo de los manifestantes, contradiciendo los protocolos ya restringidos desde el 10 de noviembre.
Tácticas cuestionadas y respuestas dispares en el juicio
Durante el juicio, la fiscal Ximena Chong confrontó a Claudio Crespo con los registros visuales, cuestionando la veracidad de sus declaraciones previas: “¿Cuando dijo que no le había tocado un pelo a un imputado, no es tan efectivo?”. Crespo respondió defendiendo su conducta y argumentando: “Si hubiésemos tenido denuncias, no sería efectivo”.
Pese a la crudeza de los registros, la jueza presidenta del tribunal, Cristina Cabello, minimizó el episodio del mechón de pelo, calificándolo de irrelevante para los fines del juicio. En tanto, el abogado defensor Pedro Orthusteguy evitó referirse al contenido explícito de los videos, alegando no haberlos revisado en detalle.
Los registros también evidencian el uso de tácticas peligrosas, como el lanzamiento directo de bombas lacrimógenas hacia manifestantes, con alto riesgo de causar lesiones graves. El Colegio Médico denunció al menos 15 casos de trauma ocular severo durante ese periodo, lo que llevó a restringir el uso de escopetas antidisturbios, restricciones que, según los videos, no fueron respetadas.