Peritajes entregan primeras certezas: redes de la Bruma aparecieron en las hélices del Cobra y la pintura también coincide

En medio de la angustiosa espera de las familias de los siete pescadores desaparecidos, una primera luz de certeza comienza a surgir. Peritajes preliminares realizados por la Policía de Investigaciones confirmarían una coincidencia clave entre la embarcación artesanal Bruma y el barco pesquero de alta mar Cobra, propiedad de la empresa Blumar. Así lo pudo conocer SABES, tras acceder a antecedentes abordados en la reciente reunión que el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, sostuvo con los familiares de los desaparecidos en la ciudad de Concepción.

En el encuentro, que estuvo cargado de emociones y silencio contenido, se informó que los restos de pintura encontrados en la proa del Cobra coinciden químicamente con la pintura de la lancha Bruma, cuya desaparición ha conmovido profundamente a las comunidades pesqueras del Biobío. Este hallazgo, aunque técnico, impactó como una revelación dolorosa: habría existido un contacto físico entre ambas embarcaciones.

Pero la prueba más contundente, según se explicó a las familias, fue el hallazgo de redes de espineles —específicas del tipo de pesca artesanal que realizaba la Bruma— entre las hélices del Cobra. Estas cuerdas de trabajo, habitualmente cargadas de vida marina, esta vez emergieron como testigos mudos de un posible impacto, atrapadas entre las aspas del buque industrial.

Las diligencias fueron ejecutadas en los días inmediatamente posteriores al arribo del Cobra al puerto de San Vicente, y constituyen una de las piezas centrales que están permitiendo a la fiscalía delinear las primeras hipótesis de lo ocurrido en alta mar. Aunque los informes periciales aún no han sido publicados oficialmente, fuentes ligadas a la investigación aseguran que la coincidencia en la pintura fue determinada mediante un análisis comparativo entre muestras extraídas directamente de la proa del Cobra y restos obtenidos desde la Bruma antes de su hundimiento.

Este caso ha generado una fuerte reacción entre las comunidades pesqueras, que exigen justicia, claridad y sanciones ejemplares en caso de comprobarse responsabilidad por parte del buque industrial. Las familias, por su parte, siguen aferradas a la esperanza de recuperar a sus seres queridos, y a que la verdad —dolorosa o no— salga finalmente a la superficie.

El mar, que tantas veces les dio sustento, hoy les debe respuestas.